Ego, yo te Cielo -le dijo-. Y se amainó.
Sólo entonces se vieron.
Sólo entonces se vieron.
Una cosa es lo que tú piensas y lo que tú sientes,
y otra es la que el otro piensa de lo que tú piensas y lo que el otro siente de lo que tú sientes.
Una cosa es lo que tú transmites y cómo lo transmites,
y otra es lo que el otro recibe y cómo lo recibe.
Una cosa es lo que tú estás expresando con tu verdad,
y otra lo que el otro está escuchando realmente, y si lo escucha.
Una cosa es cuál es la claridad que tú ofreces y cuánta,
y otra la que el otro pueda entender e interpretar de la misma manera.
Una cosa es lo que tú crees y lo que tú creas,
y otra la que el otro crea y construya a partir de la tuya para volver a crear.
* Con todo esto:
Seamos lo más Claros, Honestos y Corazón posibles con todo lo que se tercie en el día a día en cuanto a nuestra comunicación con los demás.
Esa combinación y trinidad de Claridad-Honestidad-Corazón es fundamental para que tu energía más verdadera en esos instantes llegue en toda su pureza hacia el otro. Sólo así se mantiene la comunicación y el flujo del intercambio sin distorsiones, sin malentendidos, sin contratiempos, pues aunque surja lo que surja, siempre será más fácil un entendimiento, una solución, una vía para la alineación y armonización entre emisor y receptor.
No podemos creer, pensar, sentir o pretender que siempre son los demás los que no nos sienten o comprenden, o los que no nos respetan como creemos que merecemos. Muchas veces uno no se da cuenta de que NO estamos entregando correctamente desde nuestra alineación y trinidad.
Facilitémonos el flujo de las relaciones, Humanos. En todo es elemental la participación consciente. Pongamos todo de nuestra parte y con Amor, para que el crecimiento siga siendo, pues a más claridad, más puertas se abren, más fácil es el recorrido.
Ego, yo te Cielo -le dijo-. Y se amainó.
Sólo entonces se vieron.
Seamos lo más Claros, Honestos y Corazón posibles con todo lo que se tercie en el día a día en cuanto a nuestra comunicación con los demás.
Esa combinación y trinidad de Claridad-Honestidad-Corazón es fundamental para que tu energía más verdadera en esos instantes llegue en toda su pureza hacia el otro. Sólo así se mantiene la comunicación y el flujo del intercambio sin distorsiones, sin malentendidos, sin contratiempos, pues aunque surja lo que surja, siempre será más fácil un entendimiento, una solución, una vía para la alineación y armonización entre emisor y receptor.
No podemos creer, pensar, sentir o pretender que siempre son los demás los que no nos sienten o comprenden, o los que no nos respetan como creemos que merecemos. Muchas veces uno no se da cuenta de que NO estamos entregando correctamente desde nuestra alineación y trinidad.
Facilitémonos el flujo de las relaciones, Humanos. En todo es elemental la participación consciente. Pongamos todo de nuestra parte y con Amor, para que el crecimiento siga siendo, pues a más claridad, más puertas se abren, más fácil es el recorrido.
Ego, yo te Cielo -le dijo-. Y se amainó.
Sólo entonces se vieron.
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