Tus cualidades, talentos, dones;
tu misión, sea la edad o situación que tengas
Cada quien tiene su proceso, sus aprendizajes, sus errores, y así. Pero lo que está claro, es que hemos venido a esta vida para una Misión, y no hablamos de panoramas de fantasía o fantásticos tipo película, sino de la Misión como ser, sea cual sea. Al fin y al cabo estamos AQUÍ, planeta Tierra.
Unos la encuentran y sienten antes, más claramente, otros... pasan y pasan los años hasta cansarse por no dar aún con qué es eso que les hace sentir que están haciendo su camino más allá de las rutinas cotidianas.
PERO, nada es en vano. Todo lo que recorremos es una preparación fantástica. ¿Por qué? Porque la función es conocernos a nosotros mismos hasta lo más recóndito, lo excelente y lo que no; pero no para quedarnos colgados eternamente en esa exploración. En un momento dado hay que reaccionar, no porque "haya que", sino porque nuestro Ser ya nos lo pide más que ninguna "regla" social, más que ninguna edad biológica, más que ninguna situación personal en la que nos encontremos, más que cualquier "debería".
El punto cero en ti o crisis existencial es el perfecto, ya te sientas en el mayor caos de tu vida. Es "darse cuenta" de qué, por qué, para qué estás aquí. ¿Quién eres más allá de la filosofía o de las estrellas? Quién eres como ser humano concretamente, más allá de las corbatas, del ego, del día a día, de lo espiritual, etc etc.
Tenemos cualidades, tenemos dones, talentos, SIN compararlos con los de nadie. Cada quien es único, especial. Por tanto, tenemos dirección, sí o sí. Y ahí está toda la energía para florecer y realizarse, realizarnos, donde nos aportamos a nosotros mismos en un continuo nutrirnos y en darnos a los demás; el flujo, dar y recibir.
Otra cosa es que no haya llegado esa claridad, pero llega. Es tiempo de aprovecharte para indagarte y reconocerlo en ti. Las vías para ponerte en práctica y Ser llegarán, pues recuerda que "darte cuenta" de que has de ponerte contigo mismo en ese aspecto -más allá de lo que se ha hecho o es ahora mismo-, ya es un gran movimiento, el esencial digamos.
En esta etapa ya tu ser te pide dejar los lamentos, el ego, lo que fue o no fue, la retahila o la cantinela. Es más, ni tú mismo quieres eso ya. Basta. Te agota la energía seguir en ese círculo. Es momento de salir de él.
Aburrido-a del teatro eterno, llega el momento de la escena de tu obra verdadera aquí y ahora: Tú, es decir, tú en el mundo, tú y el mundo, el mundo y tú, porque son una sola cosa. Eres vida dentro de la vida. Por tanto, Tú en tu totalidad.
Arma el plan, convoca a tu claridad dejando fuera del círculo lo que ya no te sirve, agradece, eso sí, y sigue adelante.
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