* Foto: Elena Kalis
La función de la mente es iluminar, acompañar y empoderar al Corazón, ser un equipo.
Cuando sentimos dolor tenemos que tener presente que se avecina, que ya se está dando, una transformación importante, y que el mensaje que nos trae es que es otra vía para "darse cuenta" de que podemos modificar nuestra forma de ver la vida, los sucesos, y dar un giro. El dolor no aparece para entrar como Pedro por su casa a cualquier hora, ¡y menos aún para instalarse en nuestra vida!
Es cierto que hemos estado "acostumbrados" al dolor, al sufrimiento, y que esto nos llevó a una rueda del drama y victimismo constante, tanto que lo hicimos como algo automático, viéndolo algo "normal", y nos hicimos dependientes de ello, como una droga en vena, tal cual. Abrimos en su momento un gran almacén y empezamos a ponerlo todo ahí: "sección dolor, pasen y vean". Nos hemos empeñado en sumergirnos en esa energía y no salir de ahí, queriendo ver en todo que vivimos un atentado contra nosotros, y viviendo otros sucesos difíciles en nuestra vida como algo permanente.
Esto ya es pasado. Todo ha cambiado. La energía ha cambiado, y nosotros también.
En la actualidad se trata de distinguir que es un estado momentáneo, y que cuando simplemente fluimos y dejamos acomodarse la nueva visión que esto nos trae, la información fresca a nuestras células, el dolor va cesando, cesa, y nos llena de Luz. Se trata de observarnos en esos momentos para conocernos mejor a nosotros mismos, y acomodar así a nuestra mente-cuerpo-espíritu para tomar lo mejor de la experiencia, para seguir el bello proceso de transformación.
El dolor no necesita ser alargado, y menos aún tirarse de plancha en él. Date el tiempo necesario para liberar y cambiar de estado. Renuévate. Puedes verlo como el proceso de darte una ducha, fluir bajo el agua, con la temperatura que necesites, dejar que el agua te limpie, luego te enjabonas, te enjuagas en alivio, te secas, sales de la ducha, te vistes, y te sientes mucho mejor.
Recordemos que a nuestra mente hay que entrenarla hacia nuevas formas de pensar, positivas, a simplificar, y además, lo más importante: el ego estaba acostumbrado a alimentarse del dolor, era su forma de manipulación. Mente es una cosa, ego es otra.
La mente es una herramienta de Luz, al igual que el Corazón.
Bienvenido-a. Es otro tiempo. Todo en nosotros en este vivir es una Maestría para avanzar más ligeros.
Da la importancia justa a las cosas que vives usando tu kit luminoso Mente-Corazón, y el dolor será un pasajero que apenas pasará por tu casa-templo.
Da la importancia justa a las cosas que vives usando tu kit luminoso Mente-Corazón, y el dolor será un pasajero que apenas pasará por tu casa-templo.
Lee también: La Magia del Darse Cuenta
__________________________________________________________
Visita también:Facebook: Brisa del Espíritu
Twitter: @BrisaEspiritu